Según Sócrates, no debemos tenerle miedo a la muerte, ya que puede implicar dos cosas: la ausencia de sensación o que el alma se desprenda del cuerpo y viaje a otro lugar (mejor o peor) donde podríamos encontrarnos con nuestros seres más queridos o admirados. Por tanto, Sócrates califica la muerte como algo bueno. Aunque, por otra parte, cierto es que cuando filosofó sobre el tema ya era mayor, había vivido y había sido; con esto me refiero a que a lo que más tememos de la muerte es que llegue demasiado pronto, es decir, que no nos haya dado tiempo a cumplir todo lo que queríamos hacer o que teníamos planeado, para dejar huella ya sea en un mundo generalizado (como las más famosas mentes, voces, pinturas... de nuestro planeta, de una forma buena o mala) o en las personas que más nos importan. Éste es el mayor miedo que podemos atribuir a la muerte.
Valeria Rubí Villegas
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