sábado, 30 de abril de 2011

EL MAL (Y EL BIEN)

El mal es un conjunto de actos o sensaciones que hacen daño a ciertas personas; por eso, es muy relativo: puede causar daño a unas personas y el bien a otras. Ejemplo: Si un policía acaba con la vida de un asesino, este hecho causará el bien general en la sociedad y el mal para el fallecido.

Cada persona tiene una concepción diferente del mal, pues influye la educación, la cultura, la moralidad que se tenga, la religión... Un claro ejemplo es el de los musulmanes, que ven mal que nosotros comamos carne de cerdo ya que para ellos es sagrado.

La maldad es un aspecto de nuestra personalidad que nos impulsa a cometer malos actos. En unas personas está más desarrollado que en otras, pero todos, por muy pequeño que sea, lo tenemos. ¿A quién nunca se le ha pasado una mala idea por la cabeza cuando estaba enfadado? Desafortunadamente, hay personas que o no saben controlarlo o directamente sienten placer llevando a cabo esta maldad.

En principio, el ser humano no es malo, es una forma de vida como cualquier otra. Sin embargo, los animales por ejemplo no tienen distinción entre el bien o el mal. Ellos se comportan siempre igual: comen, duermen, se reproducen, cazan... sin preocuparse o pararse a pensar en si será ético matar a otros animales para sustentarse o aparearse con animales diferentes cada vez.

"Nadie hace el mal a sabiendas". Normalmente, hacemos lo que creemos que será más correcto, es decir, lo que para nosotros está bien. Toda persona tiene capacidad para saber si una cosa daña a otra. Cuando queremos causar daño a otras personas, puede que lleguemos a pensar "se lo merece" pero también puede que nos demos cuenta de nuestro error. Esto es porque el ser humano tiene plenas facultades para juzgar y valorar nuestros actos; la cuestión es: ¿los estaremos juzgando bien?



Newton.

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