La ÉTICA EPICÚREA defiende que el objetivo principal del hombre debe ser alcanzar la FELICIDAD INDIVIDUAL; la felicidad de uno mismo. Esta ideología podría estar relacionada con la TRANQUILIDAD, uno de los elementos que Stuart Mill considera importantes para lograr la felicidad. Esta forma de pensar implica el interés únicamente en uno mismo, es decir, implica ser egoísta.
La ÉTICA UTILITARISTA, sin embargo, apoya la implicación en una causa para lograr la felicidad. Es por este motivo por el que se relaciona este tipo de ética con el otro elemento indispensable para ser feliz según Stuart Mill: el ESTÍMULO. Para algunos, llevar a cabo un bien colectivo, como lo es, por ejemplo, la protección del medio ambiente, conlleva felicidad. El ecologista dedica su vida a ello, a proteger algo que, al fin y al cabo, tiene que ver con toda la humanidad en su conjunto. Esta persona tan implicada, se vuelca en dicha causa, quizá porque sea feliz haciendo feliz a los demás, o quizá simplemente porque quiera aportar su grano de arena por el mundo, siendo consciente de que no podrá obligar al resto de personas a que participen de la misma forma de la que él lo hace.
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