Dolor y placer.

 

El DOLOR y el PLACER son condiciones que sirven para determinar el
bien y el mal. Los mecanismos corporales acumulan necesidad y descargan
placer: Hambre, sexo, sed, evacuar, dormir, etc.

Se puede decir que el placer es el resultado de satisfacer una necesidad,
poniendo atención al momento presente. Cualquier necesidad no saciada
aumenta en ansiedad de deseo hasta causar dolor.

DESEAR: Desear y no ser capaz de obtener es otro tipo de dolor pero al
mismo tiempo, desear eleva el sabor de lo deseado. Abstenerse es el secreto
ya que evita la inconciencia de la repetición. Esto es también parte del secreto de vivir
una vida intensa, evitando la monótona repetición, evitando “vicios”.
Sencillamente dicho: “aguantar el deseo eleva el sabor”.

Es curioso que reír intensamente por mucho tiempo causa dolor en las

mejillas y detrás de la cabeza. Como todo…todo tiene su punto de exceso.

Así podemos decir que el placer en exceso causa dolor.

El placer en exceso causa dolor porque se sobre satisface una necesidad.

No hay experiencia que sea errónea pero demasiadas experiencias dolorosas
inmovilizan a cualquier ser. Demasiadas experiencias dolorosas permiten
que el ser pueda ser invadido por la ignorancia e ilusión.

El dolor en exceso causa inconciencia, la inconciencia nos llena de

ignorancia y la ignorancia nos aparta de la felicidad innata de nuestro ser.

El enfado es también una expresión de dolor acumulado; incomodidad,
desacuerdo, incomprensión. Para batallar el enfado, podemos
poco a poco cultivar la discreción de que no somos el enfado y reconocer que
esa energía puede ser abrazada y diluida en nuestro amor.

El dolor realmente comienza a partir de un punto de incomodidad,

 pero tal y como lo conocemos no siempre se
puede decir que lo que sientes es “dolor doloroso” porque si lo estudias bien
podrás notar que el dolor “no siempre duele”. Por ejemplo, el fuego no quema;

todo depende de cuanto tiempo te expones a este.

Si corrieras uno de tus dedos a través de la llama de una
vela, simplemente te calentará un poco el dedo. Si pasas más lento te puede
quemar. D efin itiva m en te todo tiene su límite o punto de exceso. Lo que
queremos encontrar es el punto de placer.

MªCarmen Gamez