La vida lo sostiene todo, tanto el dolor como la alegría. Todo depende del momento en el que estemos viviendo, la etapa en la que nos estemos desarrollando como personas. No podemos sentir sólo dolor o solo dolor o solo alegría, siempre habrá un detalle, aunque sea pequeño, que te hará cambiar de opinión.
El dolor lo podemos diferenciar de dos tipos: fñisico y psicológico. El físico es si te haces daño en alguna parte de tu cuerpo; el dolor psicológico puede ser tanto como el agobio cuando tienes muchos exámenes, como el dolor que se siente cuando pierdes un ser querido, cuando ocurre un cruel hecho que condiciona tu vida, por ejemplo un accidente familiar.
El dolor entre los seres humanos y los animales, puede ser, en cierto modo, físicamente parecido. Pero en el perfil psicológico los humanos, somos seres racionales por lo que tenemos más preocupaciones, desarrollamos sentimientos. Tenemos preocupaciones y responsabilidades que no tienen los animales (llevar una casa, estudiar, etc.)
Avanzando nos podemos centrar en un aspecto de la vida, que aunque parezca insignificante nos conlleva a pensar numerosas cuestiones; la pregunta es si los ricos sufren más que los pobres. Podríamos decir que todo depende de la situación en la que se encuentren ambos casos. El rico, obviamente, va atener muchas más preocupaciones que una persona pobre ya que tiene mucho más que perder y cuidar, porque podría terminar perdiéndolo. Sin embargo, hay familias que viven en situaciones muy críticas y también sufren ya que tienen que pensar en como dar de comer a sus hijos, vivir bajo un techo, encontrar trabajo, etc.
Podemos mencionar que la felicidad absoluta no existe. No es totalmente alcanzable, pero sí se puede ser más feliz, aunque sea en momentos determinados.
Las Rousseau
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